Los orfanatos vacíos de Jersón
Primero vino el ejército, después la burocracia rusa y, enseguida, desaparecieron los niños

Llegaron después del mediodía, justo cuando los niños del centro de rehabilitación social y psicológica de Stepanivka, en Jersón, estaban comiendo. Vestidos con uniforme militar y fusiles en mano, los soldados rusos entraron en el edificio, dirigidos por un hombre que, al parecer, pertenecía al FSB, la policía secreta rusa.
Entraron en la oficina de administración y revisaron los expedientes de los niños, los ordenadores y las grabaciones de las cámaras de seguridad. Fue entonces cuando Volodímir Sahaidak, el director, supo que sus temores de que se llevaran a los niños no eran infundados. Había escuchado las historias de menores trasladados a Rusia desde el inicio de la ocupación de Crimea y el Donbás en 2014 y ahora que Jersón había caído, le preocupaba el destino de los pequeños a su cargo. "Vimos a propagandistas rusos diciendo que necesitaban llevarse a los niños para entregarlos a escuelas militares, adoctrinarlos y hacer que lucharan por Rusia", dijo. "Era lo que más miedo nos daba, así que empezamos a esconder a los niños porque pensábamos que se los llevarían".
Sahaidak empezó a buscar formas de proteger a los 52 niños huérfanos y vulnerables que tenía a su cargo. Colocó a varios de ellos lejos de la institución, con siete de sus empleados. A otros los envió a vivir con parientes lejanos y se quedó con algunos de los mayores.
Tras revisar las distintas zonas del edificio, los soldados acabaron por no llevarse a los niños que quedaban en el centro, pero más tarde trajeron al centro de Stepanivka a un grupo de otros 15 menores de otros lugares de Ucrania. El personal se ocupó de ellos, hasta que un día volvieron las fuerzas rusas, metieron a los niños en vehículos militares y se marcharon sin revelar su destino.
En las cámaras de seguridad del centro asistencial de Stepanivka, en Jersón, se ve a soldados rusos entrando en el edificio y observando a los niños en el comedor.
En las cámaras de seguridad del centro asistencial de Stepanivka, en Jersón, se ve a soldados rusos entrando en el edificio y observando a los niños en el comedor.
El 30 de septiembre de 2022, Vladímir Putin firmó triunfalmente la anexión de cuatro nuevas regiones al Estado ruso: las regiones ocupadas de las autoproclamadas República Popular de Donetsk y República Popular de Lugansk y las zonas de Jersón y Zaporiyia. Entre los pocos asistentes al acto del Kremlin se encontraba Maria Lvova-Belova, Comisionada para los Derechos del Niño de Rusia. No tardó en aparecer en las redes sociales para dar la bienvenida oficial al Estado ruso a los niños de estos territorios. "Los niños de las regiones de DPR, LPR, Zaporiyia y Jersón ya son rusos. ¡Enhorabuena, amigos! Nos complace daros la bienvenida a nuestra gran familia", subtituló un selfi del acto en su cuenta de Telegram.

Maria Lvova-Belova asistiendo al acto del Kremlin para celebrar la anexión de cuatro regiones de Ucrania, 30 de septiembre de 2022. Foto: Canal de Telegram de Lvova-Belova
Maria Lvova-Belova asistiendo al acto del Kremlin para celebrar la anexión de cuatro regiones de Ucrania, 30 de septiembre de 2022. Foto: Canal de Telegram de Lvova-Belova
Pero, sobre el terreno, los combates entre Rusia y Ucrania seguían y en particular en Jersón, donde Moscú estaba planeando evacuaciones. Se preparaban para un ataque de las fuerzas ucranianas que pretendían retomar la zona y la única capital regional que Rusia había podido ocupar desde el inicio de la invasión. Lo ocurrido en la institución estatal de atención a niños discapacitados de Oleskhy es un ejemplo de una de las formas en que los niños de los internados de toda Ucrania son trasladados al territorio controlado por Rusia.

Centro de atención pública Oleshky en Jersón. Foto: Captura de la estación regional UA:PBC, enero de 2021.
Centro de atención pública Oleshky en Jersón. Foto: Captura de la estación regional UA:PBC, enero de 2021.
Una semana después de la anexión oficial, el 7 de octubre, la administración prorrusa de la Jersón ocupada emitió una orden por la que nombraba a un nuevo director del internado-orfanato de Oleshky, "para garantizar la protección social de los niños con enfermedades psiconeurológicas persistentes y discapacidades físicas". Según las autoridades ucranianas y la prensa, en la institución había 82 niños, 40 de ellos bajo cuidados paliativos por enfermedades o afecciones graves.
Poco después, se emitió otra orden para enviar a los niños a la institución sanitaria estatal Hospital Psiquiátrico nº 5 situado en Simferópol, en la República de Crimea, para su "rehabilitación", enmarcada en la ley marcial y la evacuación más amplia de la región.
Tres días después, el 23 de octubre, el jefe de la oficina del presidente de Ucrania, Andriy Yermak, informó de que los ocupantes rusos habían llevado a 12 niños de Oleshky al Hospital Psiquiátrico nº 5 de la localidad de Strogonivka, en Simferópol, en la república ocupada de Crimea, anexionada ilegalmente. Dmytro Lubynets, Comisionado para los Derechos Humanos de la Rada Suprema, confirmó una semana después la retirada de niños en otro mensaje de Telegram que muestra lo que parece una lista de niños.
La confirmación rusa no se hizo esperar. El 12 de noviembre, la Comisionada rusa para los Derechos del Niño, Maria Lvova-Belova, publicó fotos de lo que llamó el "traslado", diciendo que el lugar estaba demasiado cerca de la línea del frente y explicando que los niños estaban ahora "en una zona segura".
"Estaba demasiado cerca de la primera línea", dijo en su post de Telegram. “Son 52 niños con patologías graves, casi todos sin capacidad de moverse de forma independiente, cinco están en silla de ruedas. Se necesitó transporte especializado para la evacuación. Tras discutir la situación con colegas del Ministerio de Sanidad ruso, se enviaron rápidamente ambulancias desde Sebastopol. Ahora los niños están en una zona segura".
Oleksandra Romantsova, del Centro Ucraniano para las Libertades Civiles y Premio Nobel de la Paz 2022, afirma que este caso ilustra cómo Rusia está llevando a cabo el traslado de niños bajo tutela del Estado ucraniano y cuestiona el argumento de que lo hacen por el bienestar de los menores. "Tengo conocimiento directo de Oleshky porque mi universidad lo apoya desde hace más de diez años", dijo en una entrevista en enero en Kiev. "Y sabemos con precisión que estos 30 niños de este orfanato -que ahora está controlado por las fuerzas rusas-, todos ellos, fueron llevados al territorio de Crimea y, allí, los metieron en un hospital psiquiátrico. Así que no los llevaron a un campamento de descanso o un lugar similar, no es exactamente un lugar agradable para estos niños, que necesitan apoyo, pero no de esta manera."
El centro de Oleshky permanece, en febrero de 2023, en la zona de Jersón que sigue bajo ocupación rusa, al oeste del río Dnipro. Las autoridades ucranianas dicen desconocer el destino de los niños restantes que podrían estar alojados allí o haber sido trasladados a la república ocupada de Crimea.

Documento de la Administración Civil Militar de la región de Jersón, Ministerio de Trabajo y Política Social, por el que se crea una nueva administración para la institución, ahora bajo autoridad rusa.
Documento de la Administración Civil Militar de la región de Jersón, Ministerio de Trabajo y Política Social, por el que se crea una nueva administración para la institución, ahora bajo autoridad rusa.

Orden de evacuación de los niños del orfanato de Oleshky
Orden de evacuación de los niños del orfanato de Oleshky

Telegram post de Maria Lvova-Belova detallando el traslado de niños desde Oleshky.
Telegram post de Maria Lvova-Belova detallando el traslado de niños desde Oleshky.

Hospital Psiquiátrico nº 5 de Simferópol
Hospital Psiquiátrico nº 5 de Simferópol